La principal pega de un iPhone y del resto de Smartphones es lo poco que dura su batería. Cuando pasas de un móvil convencional a un smartphone se abre un abanico de fantasticas posibilidades, pero a la vez te encuentras con la “sorpresa” de lo poco que le dura la batería. La pantalla táctil caparcitiva o la conexión a Internet a través de wifi son dos novedades que consumen mucho y limitan la autonomía de la batería.
Muchos son trucos evidentes pero que tal vez hayáis pasado por alto:
– Reducir el brillo, que suele ser muy alto por defecto. Mejor tenerlo siempre bajo y subirlo sólo cuando sea necesario que viceversa.
– Reducir el tiempo de espera, probando diversos tiempos hasta que encontremos uno que aune comodidad con velocidad.
– Desactivar las conexiones que no estemos utilizando. Mantener encendido el bluetooth, el gps, el wifi o el 3G cuando no lo estamos utilizando es un derroche de energía innecesario.
– Controlar la sincronización de las aplicaciones. Si el intervalo es demasiado corto obligará a un exceso de sincronizaciones y por consiguiente de gasto de energía.
– Cargalo siempre que puedas, si tienes la garantía de acabar el proceso (aunque el iPhone todavía no te este avisando de batería baja)